lunes, 6 de mayo de 2013

Declaración de Principios

Sin presunción alguna, la intención al crear éste blog no es la de servir como punto de referencia, como lo son algunos de los enlazados en el blogroll, sino única y simplemente la de compendiar en un espacio cibernético la documentación sobre la presencia Heráldica en Sevilla.
 Sevilla es una de las ciudades con la Historia más apasionante de toda Europa. Desde épocas muy anteriores a la creación de la Heráldica como tal, las distintas culturas ya fueron dejando sus emblemas en las piedras de la Vieja Hispalis.
 Desde la Estrella Tartésica primitiva, hasta las aproximaciones a lo que inmediatamente sería el nacimiento de la Heráldica, durante los reinados islámicos, todas las poblaciones que han ido conformando la realidad cultural que hoy es Andalucía, y que se refleja en su máximo exponente en la Capital, han ido dejando su sello.
 Una vez la Edad Media Europea, bien entrada, hizo su aparición en la ciudad, ésta pasó a ser Sede del Adelantazgo Mayor de Andalucía, con lo que comenzó a recibir las casas de las familias nobles de más importancia, llegando a ser capital de facto (en unos tiempos en los que las Capitales, casi aún las ciudades, eran cosa de tiempos pretéritos y gérmen para tiempos futuros) de la Corona de Castilla, con la estancia común de los Reyes Fernando III y Alfonso X.
 Desde entonces, la Heráldica ha tenido una importancia crucial en gran parte de los aspectos de la Vida Social de ésta Ciudad. Las particularidades de Sevilla han hecho que organizaciones, predecesoras en unos casos de los sindicatos al nacer como agrupaciones Gremiales, sucesoras en otros de las Órdenes Terceras, paralelas algunas a las Corporaciones Nobiliarias, como son las Cofradías, mantienen más vivo de lo que lo está en muchas otras zonas de la Vieja Europa el Arte de la Heráldica.
 Paradójicamente, una Ciudad que los Godos y Suevos abandonaron previamente a la creación de la "Ciencia Heróica" y fue reocupada por los Cristianos una vez la Heráldica había pasado hacía siglos ya su creación, es, quizá, a día de hoy, la ciudad en la que con más facilidad se encuentran símbolos heráldicos en sus fachadas, en la que sus Corporaciones continúan representándose por Blasones, y en la que aún, a comienzos (ya también bien entrados) del Siglo XXI, se siguen componiendo armas nuevas, gracias en parte a la democratización de una costumbre que, si bien fue mantenida como casi exclusiva por la nobleza, no es privativa de ésta.
 Un paseo por la presencia e historia de la Heráldica de ésta ciudad es el que hoy quiero comenzar. Un paseo tan largo que puede que no termine nunca.

 Bienvenidos. Espero que éste sea el comienzo de una bonita amistad.













Manuel Francisco de Borja Castro Carrera.