lunes, 14 de octubre de 2013

Cuentan las lenguas antiguas...

 Que un Catorce de Octubre nació una ilusión.

 He dudado sobre si dedicarle una entrada, o no, al escudo del Sevilla FC. Sólo porque en realidad no se si llamarlo escudo o no. Tiene elementos que lo son, y otros que no. Así que, después de las dudas, me he decidido: ¡Claro que la voy a hacer! y precisamente por eso.

 Hoy cumple el Sevilla Fútbol Club 108 años, y precisamente este año en la camiseta no lleva el escudo, sino un anagrama que ya fuera utilizado en la época de la fundación del equipo. En Sevilla ésto ha levantado cierta polémica, similar a la que significó la inclusión de la bandera española en las camisetas para la uefa hace ya algunos años. Se solventó incluyendo la bandera andaluza en las camisetas que usó en la Copa del Rey, pero eso va de banderas y esto va de escudos.
 El escudo del Sevilla FC es un escudo, quizá es mucho más escudo de lo que son los escudos de la mayoría de los equipos de fútbol. Al menos, soporta un blasonamiento. Si tenemos que elegir un campo para comenzar a blasonar, contra la costumbre de empezar por el primer cuartel, voy a empezar por la punta, que ocupa la mayor parte del escudo, los tres tercios de rigor. Se trata de un campo de plata con cinco palos de gules. Por sí mismo, ya sería un escudo. En jefe, partido, vienen a la diestra las Armas de la Ciudad de Sevilla, con sus correspondientes variantes según el artista que las represente. En el escudo que he escogido para ilustrar este post, aparecen relativamente correctas, teniéndose en cuenta el blasonamiento de D. Vicente Cadenas en su "Heráldica de las Capitales de Provincia". A la diestra, una "cifra" o anagrama, correspondiente a las Siglas SFC, al igual que el original, pero algo más estilizadas cada una de las letras que lo conforman, de sable en plata. Si bien la inclusión de letras en un blasón no está bien vista en los círculos heráldicos, lo cierto es que no es, realmente, una transgresión de las normas blasonarias, si acaso, una licencia extrema. Tampoco las figuras "al natural" son precisamente correctas, pero aquí tenemos, a modo de escusón, brochante sobre el todo, un balón antiguo, de los de cuero en su color, en esmalte natural.

 Lo que sí podríamos considerar toda una aberración heráldica es el trazo que ocupa la parte superior del jefe, dejando tanto las Armas de Sevilla como el Anagrama del Club en una especie de ventanas de arco. No hay manera ni de justificar ni de describir esa pieza, que, de hecho, debería desaparecer del Escudo para que fuera, realmente, un Escudo. La forma del blasón nunca suele ser importante, pero está claro que sin la boca Suiza, apuntada en la que aparece en todas sus representaciones, sería difícilmente distinguible como el emblema del Sevilla Fútbol Club.
Así, en éstas dos creaciones propias, en el primero de los casos sería mucho más reconocible, mientras que en el segundo, embocado en una forma española, no lo sería tanto, pero no dejaría por ello de ser el mismo escudo, el del Sevilla Fútbol Club, que hoy, repito, cumple 108 años.

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